Hoy cambié las sábanas de mi cama y puse esas rosas que tanto me gustan ahora, esas que me recuerdan a ti.
¿Te acuerdas de esa noche?
La noche que te dedicaste a hacerme el amor
No hubo nada romántico, sólo mis sábanas rosas que no me gustaban por ser rosas.
¿Te acuerdas de cómo me poseíste? Quizás no lo recuerdes, pero yo sí.
Nos recostamos en mi cama, suavemente acariciabas mi pecho izquierdo mientras me besabas y yo estrechaba constantemente tu cabeza hacia mí, tu lengua paseaba dentro de mí dando toques de electricidad que me volvieron adicta a ti.
Hoy viene Javier, pero pensaré en ti como siempre lo hago. Espero no decir tu nombre esta vez, pero es difícil, ese recuerdo no me deja disfrutar a nadie más, sueño contigo, despierto y sigo pensando en ti y ya no estás, está alguien más, alguien que no conozco, pero que utilizo para tratar de sentir lo que tú me hiciste sentir.
No puedo más, te extraño demasiado, por favor vuelve.
Te ama Sofía
Que vonito es cuándo el amor es como ese que mensionas en tu istoria, que vonito es que nos respetén pero que feo es cuando eso se acaba. Lo vueno es que ciempre nos quedán los recuerdos.
ResponderEliminarYo soy la misma persona que el otro dia comento tu tesxto sobre la muchacha que camina en la ciuda peligroza.
¿Por qué dejamos ir a quien amamos? ¿Por qué nos aferramos en tratar de mantener vivas relaciones que nos lastiman? ¿Por qué no podemos decir, como en tu cuento, "por favor, vuelve"?
ResponderEliminarAlejandro Chávez